Didier Dagueneau

Nació en 1956 en Saint Andelain en el seno de una familia de viticultores y murió en 2008 en un trágico accidente de helicóptero.

Didier era un apasionado de la viticultura, donde su filosofía era reflejar un saber hacer, un cepage y un terroir, nada más, no elaboraba vino para coleccionistas.

Se instaló por su cuenta en 1982, dispuesto a demostrar a su padre y a sus tíos que era capaz de hacer un vino mejor que el suyo. En 1989 construye su bodega, conocida por muchos como la catedral. Una importante inversión al servicio del vino. En las paredes de la bodega había frases como: "No es necesario conquistar si todo está en venta" o "se realista, pide lo imposible".

Tras su muerte, su hijo Louis Benjamín, que llevaba años trabajando con él, será su continuador.

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